Liga FAM de F5J Fórmula Open (K-4 y K-6), Concurso del 7.09.2014 en el Club Petirrojo. Por Francisco Hernández.
La alegría del reencuentro, este sería el mejor titular para el concurso del pasado domingo 7 de septiembre en el Club Petirrojo de Valdemorillo. Tras meses sin vernos fue muy grato el reencuentro con tanta buena gente que comparte afición y modo de entender los concursos de veleros, fue una jornada verdaderamente deliciosa. En parte gracias al esfuerzo del club anfitrión, que nos cedió las instalaciones para que dedicáramos una mañana entera a volar nuestros veleros, dejando a los socios sin poder usar las instalaciones. Club Petirrojo que tanto cariño puso en la atención de los concursantes (aunque a un Sergio bajo los efectos de la resaca –o eso decían algunos malvados- se le olvidara la batería que alimenta la wifi y nos quedáramos sin poder usar el afamado gliderlink) no sólo en el momento de los bocatas, que los hubo, sino a lo largo de toda la jornada, quienes habéis volado en las instalaciones del Petirrojo sabéis a que me refiero.
Las condiciones para la práctica de la modalidad F5J K-4 y K-6 parecía que iban a ser idóneas: no íbamos a pasar ni calor. Viento suavito y bien orientado, nubes benéficas que paliaban la fuerza del sol, distancia generosa entre los puntos de aterrizaje. Parece que parecía, pero bien distinta fue la realidad, que tercamente se impuso manga a manga. Lo que parecían ser ascendencias eran turbulencias, y de las 18 mangas totales disputadas muy rara fue la que viéramos alguna térmica canónica de esas de efecto ascensor. Mucha leve pompita que se movía, pero nada de ascendencias contundentes.
Empezamos con tres mangas seguidas de K-4 distribuidos en dos grupos que ocupaban los 8 puntos clavados en el campo, de modo que de los 8 veleristas de la primera manga, 6 casi redondearon los 10 minutos, registrándose 3 ‘miles’ en la misma minimanga, ya que los tres hicimos el mismo tiempo: Juan Ramos y Paco Hernández 9:59 de vuelo y 20 de aterrizaje, y Antonio Reina, que estrenaba flamante velero, hizo 10:01 de vuelo y 20 de aterrizaje. Pensamos que si la cosa empezaba así de bien la mañana iba a ser más que prometedora. Pero la realidad acabó siendo muy distinta, de manera que los que volvieron a hacer nueve minutos de vuelo terminaron en el podio, salvo rarísimas excepciones.
Me refiero a que tras la primera manga de K-4 ya no se pudo contar con la ayuda de las condiciones meteorológicas y climáticas favorables que sostuvieran los veleros, a partir de entonces se trató de buscar, tener la suerte de encontrar –que no siempre sucede eso por tu zona de vuelo- , saber aprovechar al máximo cuando te encontrabas algo que te subiera (pompa o ladera, todo lo que subiera servía) y cuando la cosa empezaba a ponerse fea salir corriendo a la busca de la siguiente pompa. Este tipo de pilotaje beneficia a los que vuelan extremando las precauciones, evitando arriesgar en vano y cualquier maniobra brusca que te lleve a perder altura. Y así lo reflejaba la clasificación final: Juan Ramos volvió a ser el rey de la regularidad, con unos vuelos muy trabajados y unos aterrizajes muy medidos, que le otorgaron 4 de los 6 miles posibles y que permitió que aunque pinchara seriamente en la 3ª manga (todos somos humanos –menos mal-) no se resintiera su clasificación en la general. En segundo lugar de K-4 quedó Marco Antonio Moreno con su Bubble Dancer – Pro, extraordinarios vuelos con un trasto de fabricación propia que no tiene alerones. Y en tercer lugar Julio Contreras con su Xplorer-2, que hizo gala de unos finísimos vuelos que le hicieron merecedor de tres de los seis posibles miles y que contó con el apoyo incondicional de una numerosa hinchada familiar animándole en el campo, enhorabuena a los tres.
También quisiera destacar el 6º puesto de Paco Garay, que hizo unos vuelos fabulosos, y el 7º puesto de Sergio Martínez Lara, que nos llevó a pensar que lo mejor que le pudo pasar es que no se pudiera usar la wifi ni el ordenador, así estuvo concentrado sólo en volar y los resultados quedan a la vista.
Los de K-6 tuvieron un comienzo parecido: encantados de la vida de lo bien que se volaron las dos primeras mangas, pero luego hizo acto de aparición el viento, que mezclado con el sol y a veces con el cielo encapotado, hizo que el día se volviera bastante más movido e inestable de lo que a primera vista parecía. Quienes más notaron el cambio fueron los poseedores de los veleros más antiguos, como el caso de Alejandro Rodríguez y su vetusto Gillette, que en un aterrizaje con viento cambiante de orientación acabó haciendo un sonoro arborizaje, con tan mala fortuna que le dejó sin poder seguir concursando. Porque arborizajes hubo más de uno, empezando por el mío o el de Jesús Dávila, también hubo arbustizaje, más traidor, porque si haces el giro para enfilar la pista y no calculas bien puedes rozar las copas de las encinas, pero el arbusto (una retama bien crecidita) no la ves hasta que no te has metido dentro, como le pasó a Antonio Tirado.
David Miguel estuvo intratable en K-6, manifestando una extraordinaria regularidad, al igual que Miguelonete, que va concurso a concurso desentumeciendo dedos y cada vez se le ve más suelto y preciso con su Avia, igual que a Santiago Sarasola, que alguna decisión equivocada sobre la zona de vuelo le impidió haber estado más arriba en la clasificación; mencionaría también la progresión ascendente de Pedro San José, capaz de lo mejor pero que debe ir mejorando en regularidad para ser más competitivo, porque guerra va a dar seguro. Capítulo aparte merecen los aterrizajes en las mangas con turbulencias, especialmente los que pude ver de Juanje González Arnedo, auténtico prodigio de sangre fría: ¿que es mejor aterrizar viento en cola pero cuesta arriba o con el viento enfrentado pero cuesta abajo? y sabiendo que el que dude en la aproximación acaba irremisiblemente en las encinas.
Tras finalizar llegan los bocatas y ese maravilloso rato para el intercambio de experiencias, los comentarios sobre los proyectos en curso, el sorteo de vales, la contemplación del simulador de vuelo real que ha construido Antonio Reina dentro de una caravana allí aparcada, el recuerdo de los hoy ausentes (Juan Koers, Chero, Manolo San José, Juan Andrés Castro, Luis Mateo, Ignacio Roel, José López Olivares, Francesco Bellisario, Richard F. y otros tantos que seguro me dejo en el tintero), y la pena de no poder seguir estirando más aquellos momentos porque había que irse para casa. De nuevo ha sido un placer compartir mañana de vuelos con tan ilustres deportistas del F5J, nos vemos en la próxima, pero antes de terminar quiero dar las gracias a Carlos Pereira Senior porque las magníficas fotos que dan vida a esta crónica son suyas y las ha cedido amablemente, así como por el apoyo incondicional de Yoli hacia aquél concursante que pudiera necesitar cualquier cosa, allí estaba ella para echar una mano siempre al que lo necesitara.
Resultados del concurso:
Paco, qué bien escribes, realmente es así, un gusto enorme el reencuentro y el reinicio de estos concursos. Uno de los placeres de la vida que ni es pecado ni engorda.
Una jornada fantástica, que sabe a poco y se acaba enseguida, ya estamos esperando la siguiente.
Un abrazo y enhorabuena a todos
Que gusto da leer estas crónicas !!!
Gracias por dejarme disfrutar de esta maravillosa afición.Un saludo.
WOW yo de mayor quiero poder escribir tan bien como Paco. Muchas gracias por relatarlo tan bien.
Garde !!! juan. DONDE HAY PATRON NO MANDAN MARINEROS !!!