El Aeromaster de Aeronaut. Por Fernando Gordon.
Fernando Gordon es un aeromodelista de la antigua escuela que recientemente se ha “enganchado” al F5J en diversas modalidades. No le asusta ningún reto y con su inseparable amigo Julio Contreras han hecho cosas como montar el primer concurso F5J Open K4-K6 de la presente liga. El concurso fue un éxito rotundo a pesar de ser su primera organización. Desde el Club de Tres Cantos están dando “guerra” en las competiciones y facilitando que los miembros de su club conozcan otras prácticas del aeromodelismo.
Os dejamos su fantástico artículo:
AEROMASTER. Por Fernando Gordon.
Después de pedirle a los Reyes Magos que me trajeran el AeroMaster (aunque en realidad lo trajo Papa Noel de Alemania x 230€) de Aeronaut uno se da cuenta de que se trata de un avión muy grande y relativamente pesado para los que estamos acostumbrados a otro tipo de veleros más ligeros como el EasyGlider. La primera impresión es que viene muy bien terminado. El fuselaje, completo de fibra, es una delicia. Las alas, con un perfil relativamente fino (MH32) encajan casi perfectamente. Las pequeñas piezas vienen perfectamente ordenadas y son de primera calidad. Llama su atención el tamaño de su estabilizador horizontal, que es enorme. La envergadura es de 2,5 metros y el fuselaje mide 1,15 mtrs. El peso en vuelo es de hasta 1750, pero de serie, si le quitas alguna bayoneta y alguna madera, se queda en 1500.
Cuando me encuentro con Julio, le pongo cara de pena, le enseño el avión y le comento que qué pena que hasta después del verano no lo vayamos a poder estrenar… -Es que no voy a tener tiempo de montarlo, le dije. Y claro, Julio que todo lo ve fácil de primeras dice que eso lo monta él en dos tardes… Luego seguro que se ha arrepentido, ja, ja.
El montaje, con una escasas instrucciones, se inicia con la separación de los alerones -que vienen precortados, pero todavía unidos por madera de balsa- y el entelado de las alas. Pegamos la primera semiala con su parte correspondiente de diedro y repetimos con la otra cuidando los grados del diedro (cuatro exactamente). Al ir a entelar… Primera sorpresa, no viene el oracover…. Carrerita a la tienda, decidimos el diseño de los colores, y hala! a darle a la plancha bien caliente. Esa operación se lleva dos tardes bien completitas.
La colocación de los servos es más sencilla: se pega el servo a la tapa que los va a proteger y todo el conjunto se sujeta al ala con celo (sí celo, del de envolver regalos). Seguimos por el fuselaje, recortando el contrachapado y presentando la bancada para los servos hasta que quede bien nivelada. Alargamos los cables para evitar prolongadores y ya se pegan internamente las barras que van a sujetar las varillas de sujección de las alas. Finalmente, Julio decide que no va a pegar las cuadernas que soportarían horizontal la batería…Total para qué, si hay sitio de sobra. -Menos peso, dice, y añade -gramito a gramito.
Una parte complicada es colocar la varilla de mando para la profundidad. Recorre todo el fuselaje del avión y hay que hacerla con cuidado. Una cosa que hay que tener en cuenta es que el "quicklink" de metal ocupa más de 2 cm, por lo que hay que dejarle hueco en el empenaje de cola para que no sobresalga por arriba -y por tanto se pase de largo-. Después de corregir ese pequeño desajuste con paciencia, -no sé que decía el maestro montador de un elefante y una hormiga-, queda lista la profundidad
Con cuidado y presentano bien las cosas, lijando los refuerzos de madera de balsa del empenaje de cola y poniendo epoxi para sujetar los reenvíos por dentro del fuse, sólo queda poner las bisagras y unir las partes móviles. Para las alas Julio elige hacer bisagras de celo. No es necesario más puesto que apenas ofrecen resistencia. Para deriva y profundidad, las bisagras que vienen en el kit.
En el hueco del motor cabe también el variador, pero si se elige esta disposición, lo que hay que alargar entonces son los cables que irán hasta la batería. El hueco del motor es para un motor de 35 milímetros de diámetro, no más. Julio decidió poner la bancada por dentro del habitáculo del motor, con lo que queda mucho mejor presentado. El motor seleccionado es un Turnigy 35-36 (Eq. a un axi 2814) de 1100kv. Las recomendaciones del fabricante señalan un motor de 35Amp y una pala 9×7, aunque es probable que se quede corto.
Una dificulad que tienen este tipo de aviones es que no es fácil de encontrar (no sé si habrá) conos para hélices plegables de empuje y mucho menos la tripala que proponen en la foto de la caja. Finalmente, tenemos que hacer un poco de apaño y recortar un cono normal para dejar hueco a que las palas se puedan plegar. Decidimos estrenarlo sin ponerle el cono, que también habrá que recortar.
Después de comprobar todos los movimientos, le ponemos la hélice, una 10×6 (no cabe una mayor sin golpear el fuselaje) y una bateria de 3000 mAh. Hay que ponerla bastante adelantada porque el centro de gravedad está todavía muy retrasado. La vailla de acero que lleva sujetando las alas es macida y de 6mm de grosor, con lo que tira hacia atras el centro de gravedad. El avión está diseñado para cargar con baterías de Ni-Mh por lo que con menos de 3000 mAh habría que lastrarlo delante.
Probamos motor, centro de gravedad y tras un buen impulso manual sale lentamente y perfectmente estabilizado -Julio es un hacha con los centros de gravedad a ojo-.
Las primeras impresiones es que se trata de un avión lento, muy lento. Aunque vuela bien a medio motor, si le damos todo el stick tampoco avanza muy rápido.
-¿Cortamos motor, a ver cómo flota?- dice Julio, que siempre quiere averiguar el límite de los aviones olvidando que no todos tenemos sus dedos para sacarlos de ahí.
-Venga, allá vamos.
Y sorprendetemente el avión se mantiene estable incluso sin apenas velocidad. No mete el ala, pero pierde altura rápidamente. Baja y baja… y otra vez para arriba.
Las reacciones a los mandos no son muy rápidas. A pesar de que no llevo ningún tipo de dual rates, no le sobra mando. Quizás sea más cómodo con menos mando en profundidad, pero ese prefiero tenerlo entero por si entra en pérdida o algo así.
Julio sigue con sus ideas y ahora quiere hacerlo entrar en pérdida, "a ver qué hace",dice… joder, !qué compromiso para mi!
Le doy motor, le subo el morro y tras un corte brusco de motor, el avión cae ligeramente, pero sin meter el ala. A la segunda prueba sí que mete el ala y ahí es cuando uno se da cuenta de muchas cosas… Es un avión grande y pesado. El motor que lleva se le queda un poco corte y por tanto lleva su tiempo sacarlo de la pérdida. Uf, que susto!.
Llega el momento de aterrizarlo, y tras unos cuantos giros y ensayos de aproximación, entra por la cabecera de la pista. Que si viene muy alto, que si viene muy bajo, que si te pasas que si no llegas, al final el avión aterriza un poco más brusco de la cuenta y cincuenta metros más lejos de su objetivo.
Revisando, encontramos un problema que hay que tener en cuenta para el montaje… Las roscas que sujetan el estabilizador horizontal son de plástico y se han aflojado. Recomendación para el próximo: incrustarle unas tuercas de acero que sustituyan a las roscas de plástico.
Termina el día, hay poca luz y Julio todavía me tienta con echar un vuelo más… -Le ponemos ciano, epoxi y un poco de cinta y eso no se mueve- dice.
El día ha ido bien, el avión está entero y puesto que hay que hacerle todavía unos cuantos apaños, decidimos no arriesgar. Para verlo volar, ya sabéis, en el Club de Tres Cantos.
Saludos, Fernando.
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15 mayo, 2010 a las 10:55 amNoticias Mayo-Junio 2010 « F5J en España