Crónica del Concurso de la Liga Madrileña F5J OPEN K4/K6 organizado por el Club Los Buitres en el campo de vuelo del Club Petirrojo de Valdemorillo el 3 de julio de 2016. Por Francisco Hernández.
He vivido hoy uno de los concursos más raros de la liga madrileña desde hace ya unos años. Y mira que hemos visto cosas la mar de raritas en esos campos de vuelo: regalar cafeteras a los premiados (sic), Felipe García Sr. Levantando como trofeo un bidón de aceite para coches en un concurso de altímetro en Torres, Gaspar Mateu venir desde Valencia para ganar con un Easy Glider agujereado para aligerarlo, ver en vuelo de aproximación a pista al descomunal Airbus Beluga sobre el campo de Torrejón de la Calzada o un Ultraligero que se dedica a hacer acrobacia sobre las cabezas de los concursantes y no contento con ello aterriza en mitad del campo de vuelo de Villamanta.
Y cuando uno piensa que lo ha visto todo aparece el concurso del Petirrojo organizado por el Club Los Buitres de Julio Contreras, que no es que sea un buitre sino que es su club y por tanto le tocaba ejercer de Director de la prueba. ¿Que qué hubo de raro hoy? Pues para empezar, y por expreso deseo del bueno de Antonio Reina gran velerista del Petirrojo, he de decir que se hizo cargo de la megafonía un mudo, sí, mudo hasta que los médicos le vuelvan a dejar hablar que espero que sea muy pronto. A continuación las condiciones de vuelo, un calor es-pan-to-so pero vuelos de 3-4 minutos, las térmicas hoy debían ir para abajo porque para arriba se encontraron pocas, y nos hemos salvado gracias a la espectacular infraestructura del club Petirrojo que ha montado una sombra de lo más acogedora y hoy necesaria y gracias al voladizo en sombra y a la abundancia de bebida fresca hemos podido llegar a la sexta manga sin perder la consciencia.
Y luego las condiciones del campo, la hondonada entre encinas, y si te pillaba despistado o poco advertido y entrabas o te daba el viento de cola con la pista en cuesta, cuando querías girar ya estabas en la copa de la encina y cuando salvando las encinas ya querías enfilar hacia el punto de aterrizaje el avión se desvanece, se desmaya, pierde la sustentación, entra en pérdida sin girar, en línea recta y se desploma como si en vez de un Xplorer estuvieras volando un saco papas, igual.
Dicho lo cual, hay que felicitar a Marco Antonio Moreno, primero a pesar de sólo hacer un mil y haberle caído una penalización, y eso que no ha desenfundado todavía el Pike, la que nos espera. A Julio Contreras que estrenaba velero un flamante Infinity, de modo que junto a la alegría del estreno se notaba la falta de rodaje que le hizo perder algunos puntos en los aterrizajes y pinchar en alguna manga, pero es cuestión de dejarle tiempo. Y en tercer lugar Ángel Cristóbal, que a veces era difícil distinguir a distancia porque está del mismo color de las encinas, y que ha hecho unos vuelos muy regulares capaz de encontrar donde otros se hundieron y los mejores aterrizajes del concurso, junto a los de Juan Ramos.
Y junto a los tres ganadores destacaría al tándem Caramés & Martínez Lara, el uno reverdeciendo hazañas como las de Gaspar con su Easy Glider y el otro relajado por poder volar en su campo, territorio conocido, con la tranquilidad de no tener que dirigir el concurso y tan sólo mirando de reojo al Gliderlink que ya funciona solo, y que se ha marcado hoy unos vuelos increíbles con un flamante Supra de Vladimir, de Antonio Tirado y de Pedro San José (de segunda – tercera mano, vamos), con el que ha hecho hasta un mil.
Mención especial haría también al equipo de los Supra Home-Made, encabezado por Juan Ramos y Javier Hernández Rodero, además de Jesús Dávila y Enrique Cobo. Y frente a todos ellos un héroe de palitos, Carlos Pereira con su Pulsar, que hoy se lleva agujereado por los dichosos tallos secos que en esta época son inmisericordes en los aterrizajes sobre el pasto. Benditos nórdicos inventores de esos modelos, a la meseta castellana me los traería yo a concursar para que supieran lo que es el F5J, já.
Tras recoger los puntos del campo y echar mano de las últimas bebidas frías nos despedimos deseándonos lo mejor para estos días de verano, descansar, disfrutar, cambiar de aires y volar lo más posible, digo yo.
Vaya mañanita, como muy bien dice nuestro ilustre cronista Francisco Hernández. Que a pesar del calor que hacía, nada de cómodas térmicas. Eso sí, la hospitalidad del Club Petirrojo, a la mayor altura posible. A las 13:30 ya habíamos terminado, Y bebidas frescas que sobraron. Como sigamos así, nos vamos a «aburguesar».
Bien, pues felicitar a todos, desearos estupendo veraneo y el el próximo concurso F5J OPEN K4/K6 será en este mismísimo Club Petirrojo el 4 de septiembre.