Crónica 3er concurso Liga FAM F5J OPEN K4/K6 Club Alcaudón – Villamanta (Madrid) Domingo 5 de marzo 2017. Por Francisco Hernández.
Cuando vuelves del campo de vuelo a tu casa y te preguntan ¿pero no estaba muy nublado? R./ Ehhhh, sí V./ ¿y no hacía frío? R./ Bueno, digamos que sí V./ ¿y no había demasiado viento como para volar avioncitos? R./ Verás, viento sí que hacía peeeero hasta casi las dos o tres últimas mangas tampoco hacía tanto… Quizás en días como el del pasado concurso en Villamanta nos lo tendríamos que hacer mirar, porque la línea divisoria que separa al que disfruta de su hobby del ‘freak’ el pasado domingo estuvo muy difusa.
¿Que por qué digo eso? Pues porque en las primeras mangas del concurso uno no volaba su avión, volaba la silueta oscura difusa que se traslucía por encima de las nubes bajas, y he de admitir que es toda una experiencia y que algunos por cagüetas (o prudentes) buscábamos el hueco entre las nubes y caíamos como piedras mientras que los que estaban entre nubes caer no caían, otra cosa era que a veces el velero desaparecía por completo y de nuevo reaparecía su silueta de contornos difuminados y en alguna que otra maniobra de recuperación del velero hubo riesgo de colisión en vuelo, aunque por lo que se reían Enrique Cobo y Julio Contreras se lo estaban pasando en grande.
Y, antes de continuar, un aviso para los que les gusta el ‘gore’, a pesar de los pesares sólo hubo una rotura y fue por despegársele el timón de dirección a Enrique Cobo en un aterrizaje algo más brusco, así que en ese aspecto hubo suerte, mucha suerte, la cual habitualmente suele ser esquiva pero que el domingo fue muy bien recibida por todos los concursantes.
A pesar de que durante la semana previa al evento se desplegaron labores de agit-prop que decían los comunistas de antaño, agitación y propaganda en las redes sociales por parte de don Jesús Dávila, Ilustrísimo director de la prueba, del Excelentísimo don Juan Ramos, Excelso Director de la Liga Open K4-K6, de don Marco Antonio Moreno Clarividente Revividor de Veleros Defenestrados, sólo nos inscribimos diez pilotos diez en la prueba. Y es que desde que la gente tiene internet y puede ver la previsión del tiempo ya no se dejan engañar tan fácilmente. Pero eso sí, de los diez inscritos no faltó en el campo ninguno.
Lo cual tiene mucho mérito, especialmente resaltaría a dos concursantes a los que el redactor de estas líneas admira profundamente. Uno de ellos Paco Caramés, único concursante de K6 volando con un Easy Glider en las mismas mangas que los todo-carboline de casi cuatro metros de envergadura, que supo sacar el máximo provecho a la diferencia del tiempo de motor ganando altura y aprovechando esa ventaja y luego supo no cagarla en ninguno de los 6 aterrizajes, todo ello logrado a base de una concentración e intensidad digna del pilotaje de Lewis Hamilton, espero que haya disfrutado con la misma intensidad con la que pilotó.
El otro superhéroe del día fue Paco Garay, a mi me conmovía verle aguantar cara al viento helado que en las dos últimas mangas se puso más allá de lo desagradable y estar como el primero en el puesto de cronometraje cuando le tocaba, porque a su edad y con las horas de vuelo que tiene a sus espaldas ya poco tiene que demostrar a nadie, de modo que verle allí siempre es un estímulo, gracias Maestro.
De los vuelos preferiría no hablar, que parezco nuevo, pero es lo que hay, dos veces caí en la misma trampa del campo de Villamanta, que para más ‘Inri’ es Mi Campo de Mi Club. Soplaba fuerte viento de Oeste / Sur–Oeste que por lo frío y lo intenso parecía Norte, pero sobre todo es la orientación opuesta al viento dominante en ese campo, lo cual significa que se crea cierto efecto ladera -que algunos supieron aprovechar maravillosamente bien- y sobre todo que se genera un efecto contraladera salvaje, tan salvaje que parece como si una mano invisible se pusiera encima del velero y empujara hacia abajo. De manera que si el último giro antes de enfilar el punto de aterrizaje no lo hacías sobre el campo y te ibas más allá del terraplén no es que no llegaras al punto, es que no entrabas en el campo, llevaras la altura que llevaras, picaras lo que picaras, pusieras reflex o snap-flaps, hicieras un ocho cubano o la danza de los siete velos, nada, kaka, no lo posabas en el campo con la siguiente disyuntiva: dar motor salvando el velero de posibles colisiones y cerote en la manga o dejarlo caer y encomendarte al santo patrón de Villamanta para no encontrarte el ala atravesada por un tocón de viña de los afamados caldos de Madrid. Así entenderán tantas mangas en blanco y tan pocos aterrizajes medianamente decentes como aparece en el Gliderlink.
Respecto a podios, el ganador de la prueba fue el organizador del concurso, y no lo digo con retintín sino al revés, Jesús Dávila ha roto una ley no escrita en la liga madrileña que dictaba que el que organiza un concurso jamás lo gana y raramente pisará podio. Pues vaya lección de pilotaje que nos dio don Jesús con su flamante Supra Home-Made, después de haber pasado los últimos años sufriendo calladamente con aquél mítico Vulture defectuoso de fábrica que le compró de segunda mano al gran Richard Frederik que pesaba más que una vaca en brazos (el Vulture, no Richard), verse ahora con un avión muy ligero y maniobrable no se lo termina de creer ni él (Jesús Dávila, no la vaca).
En segundo lugar se clasificó David Miguel con un Pike Perfection que le ha hecho sufrir durante el periodo de doma del velero, pero el pasado domingo demostró lo bien que se ha hecho a él y la guerra que está dispuesto a dar, hasta se entrena con su hija pequeña en lo de dar guerra, así que empezó el concurso cubriéndose con piel de cordero con un vuelo de cinco minutos, seguramente porque pensaba que esto era altímetro y que habría manga de descarte, pero a partir del segundo vuelo estuvo intratable haciendo hasta tres miles y unos aterrizajes de cine, salvo las dos ocasiones que giró demasiado lejos del punto y no llegó, pero un concurso fabuloso el de David, enhorabuena.
El tercero en el podio fue Marco Juan Antonio Ramos Moreno, es decir, sólo hubo 0,70 puntos de diferencia entre Marco Antonio y Juan Ramos que hicieron tercero y cuarto puesto respectivamente. Lo de Marco Antonio Moreno es para que el gran gurú del ‘site’ F5J.es Javier Iglesias le dedique un artículo de los suyos en la pausa de alguno de sus viajes por el mundo mundial. Es como ganar un rally con un coche que ha sido dado como “siniestro total”, o también me recordaba la época dorada del gran J.J. Cobas, cuando derrotaba a las Hondas oficiales con una moto hecha en el taller que tenía en el garaje de su casa, o como dijo el enfurecido presidente de Honda a sus ingenieros antes de echarlos del equipo, “no nos puede ganar una carrera un señor que fabrica las motos en el cuarto de baño de su casa”, bonito cabreo el del nipón.
Un avión completamente reventado por colisión, derribo y golpe contra el suelo, reducido a gurruño de carbono con restos de pintura que a base de horas y de mucho cariño vuelve a ser puesto en vuelo y en los dos primeros concursos tras el siniestro pisa podio: ver para creer. Todo un crack.
Y Juan hizo un concurso ejemplar, basado en la optimización de la trepada y en la máxima regularidad posible que le dieron como premio un cuarto-tercer puesto y tres miles, uno de ellos haciendo la friolera (nunca mejor dicho, por como soplaba) de 3:56. Ahí queda eso.
Procuramos hacer las mangas lo más seguidas posibles porque si ya estaba la climatología desagradable la previsión era de ir a peor, así que a pesar del estreno del Bossa-Nova grato y bailongo como hilo musical de la megafonía del concurso (bravo al que se le ocurrió), al ser sólo diez pilotos y sin percances en las mangas, se hizo de la forma más ágil posible y los bocatas se dejaron para el final, ya que más de lo que estaban no se podían enfriar.
Tanta prisa nos quisimos dar que el bueno de Julio Contreras se olvidó de hacer el cambio de baterías previsto y a los tres segundos de salir en la última manga la pobre batería ordeñada hasta el extremo ya no dio una gota más de electricidad y no estaba el día para heroicidades a la eslovaca a tan baja altura y eso fue lo que descolgó a Julio del podio, porque llevaba tres miles y muy buenas puntuaciones, así que nos mostró la cara más humana de los campeones, que también se equivocan.
En fin, lo dicho, que o mejora la climatología o tendremos que hacérnoslo mirar. Eso sí, ¿y lo bien que nos lo pasamos, qué?
http://fam.gliderlink.net/comps/results/17
Cada dia te superas con las crónicas, parece q haya estado alli.
Paco. Es tan divertido leer tus crónicas de los concursos que supera al disfrute de estar in situ. Tanto es asà que estoy pensando en hacer una recopilación de todas tus crónicas y «editarlas» como antologÃa del f5J.. Gracias y un abrazo a todos.
Manuel San José
Tener a Paco de compañero de fatigas y de cronista multiplica el placer que proporciona esta bonita afición. Tanto en el campo como en la lectura es un privilegio tenerle.
Muchas gracias, ha sido una mañana singular, para «hacérnoslo mirar» y una crónica para reir y sonreir sentadito delante del ordenador.