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Crónica del 2º Concurso Liga FAM F5J OPEN K4/K6 Club Alcaudón celebrado en Villamanta el Domingo 3 de marzo, por Francisco Hernández

Como se decía en aquella famosa película de los años noventa del pasado siglo titulada “El Club de los Poetas Muertos” hoy hemos vivido el Carpe Diem de los clásicos: hemos aprovechado el momento. El maravilloso momento que nos brindaba un día primaveral con muy buena temperatura e inmejorables condiciones para la práctica del vuelo a vela –aunque luego entraremos en matices- de un fin de semana en pleno invierno según dice el calendario.

Ni siquiera se cumplieron las previsiones de los chicos de la AEMET respecto al viento, que según ellos iba a ser intenso desde primera hora y con rachas peligrosas; pero salvo en la orientación, que sí acertaron, en lo demás se equivocaron más que una bizca haciendo punto, esta vez en beneficio de los concursantes.

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Las inscripciones presagiaban un concurso más concurrido de lo que luego hemos visto a pie de campo, parece que compromisos e imprevistos han hecho bajarse a más de uno, en cambio hemos tenido un debutante en los concursos de vuelo a vela con un corchito que ha volado bajo las reglas del K6 lo mismo que Paco Garay que hoy se traía el Avia en vez de el Gracia y ambos han disfrutado de lo lindo y parece que Enrique ha sido mordido por el gusanillo del concurso y promete volver a repetir.

Jesús Dávila llevaba hoy la batuta del encuentro con la ayuda de Juan Ramos y Javier Hernández para los protocolos técnicos propios de la modalidad: mediciones de pesos y potencia de motor. También hay que reseñar entre los aspectos técnicos el estreno en competición del ‘GliderTimer’, lo que en otras latitudes se llama “La Secretaria” o “La Megafonía”. Un altavoz potente que emite las locuciones de cada manga para los concursantes, alimentado por una batería de LiPo 3S, como no podría ser de otra manera entre aeromodelistas, provisto de un mando a distancia que permite acelerar las grabaciones o parar o volver a encender según las necesidades del director de la prueba. Detalle este que nos ha permitido poder volar las 6 mangas sin problemas de tiempo ya que si se veía que la gente estaba ya en su punto de vuelo con sus cronometradores se procedía a acortar los tiempos de espera. Un aparatejo que promete.

En cuanto al desarrollo del concurso, lo que prometía ser un agradable día de largos vuelos para todos casi en igualdad y armonía se fue tornando en un espectáculo de variedad, sorpresas y calidad por parte de los pilotos en liza, como así muestra la clasificación final con unos miles muy repartidos y muy poquita diferencia de puntos sin grandes saltos entre los concursantes.

 

La diferencia vino tras el parón para el bocata. Las tres primeras mangas fueron un regalo en cuanto a calma chicha, luminosidad, temperatura ambiente y amabilidad en las condiciones de los aterrizajes, no había que ser un crack para dejar el velero cerquita del punto. Lo cual no significa que fueran mangas de vuelo fácil ni flotonas. Para empezar, la subida sólo contaba con la tracción exclusiva del paso de las palas, ni subida en térmica –que no había-, ni viendo en contra que facilitara la tracción, así que alturas de corte más bien justitas; y respecto a las condiciones de vuelo, recuerdo que me llevé el 1.000 de la primera manga haciendo un raquítico 8:36, sólo había unas pompitas muy estrechitas y a baja altura y si no pillabas alguna no había quien aguantara hasta el final en el aire.

 

La anécdota de esta primera parte del concurso la protagonizó Paco Garay que entre el sol en la cara, un velero de 2,5m y no de 4m de envergadura y lo engañoso de las distancias en la lejanía, acabó plantando el Avia en la copa de la única encina que hay en el campo de vuelo, que bien sabemos los aborígenes de ese Club que es de una especie que tiene imán en sus ramas, al menos para los aviones.

  

Y no menos anecdótico e interesante fue el modo de sacarlo de entre la tupida copa: Julio Contreras sobre las ramas lanzando el velero al aire mientras que Paco Garay acciona el motor subiendo en vertical para luego estabilizar y aterrizar sin más daños que los característicos picotazos de las ramas en el entelado de las alas, que con unos parches de cinta estaban arreglados, como nos enseñaba el bueno de Arístides, que en paz descanse.

Como iba diciendo, tras el bocata vino el cambio radical de condiciones de vuelo. Por fin, los chicos de la AEMET se hacían notar y Eolo se desataba. A muchos se nos ponía una sonrisa en la cara en las salidas, entre el uso de la segunda batería a plena carga y el ventarrón las subidas –ahora sí- eran casi estratosféricas. Sonrisa que se borraba cuando comprobabas las dificultades para moverse y buscar y carita de pánico al ver crecer y crecer a toda velocidad la silueta de tu velero, de manera que al poco de cantarte los tres minutos de vuelo estabas ya buscando con la vista el punto de aterrizaje porque poco más se podía hacer ya para seguir arriba.

  

También cambió radicalmente el panorama en el apartado de aterrizajes, y si no échenle un vistazo al Gliderlink y verán que un mismo concursante que en los primeros vuelos casi hace dianas cosecha “ceros” en los últimos. Excepción hecha, claro está, de Don Juan Ramos, ‘O Rei’ de la regularidad sean las condiciones las que sean, hoy a los mandos de un MegaSupra HomeMade de perfiles SinerJ de 4m de envergadura que se ha convertido en la Máquina Invencible.

El resto nos las vimos y nos las deseamos con los aterrizajes, el fuerte viento y los remolinos de la contra ladera, que en ese campo es el precio que hay que pagar por la maravillosa visibilidad sin obstáculos, que al estar un poco por encima de los terrenos colindantes los terraplenes se convierten en traidoras contra laderas capaces de alterar la senda de planeo del más pintado, como le pasó al bueno de Leopoldo que rompió y se truncó un más que aceptable concurso en la fatídica cuarta manga.

  

Y en esta fase del concurso de mayor dificultad me quito el sombrero ante tres pilotos, Rafa Ichaso y Jesús Dávila en lo que a concepción de estrategia se refiere, el primero porque vino a concursar con un Electra en previsión de vientos fuertes y lo que no pudo alcanzar en las primeras mangas lo cosechó en las tres últimas con algunas “salvadas” espectaculares; Jesús porque hizo medición con dos veleros y dos baterías, el Supra HomeMade lo usó en las primeras mangas y cuando saltó el viento ya tenía preparado el Vulture “Atapuerca” Cola en V con el que se desquitó de anteriores sinsabores haciendo tres últimas mangas de lujo con 1.000 incluido: ¡extraordinario!

  

El gorro también me lo tuve que quitar ante Julio Contreras, capaz de hacer el pino-puente con las orejas con tal de no dar un vuelo por perdido. Y si fue capaz de remontar una manga perdida con el velero girando casi tres minutos a cinco metros del suelo hasta toparse con la ansiada ascendencia salvadora, en la siguiente, cuando parecía que se le quedaba el velero detrás del terraplén por apurar demasiado, se alió con el “efecto suelo” y con el velero a no más de metro y medio del suelo fue capaz de traerlo al campo y aterrizar. Eso es fe, además de autoestima y horas y horas de vuelo.

  

También destacaría la regularidad de Javier Iglesias que hoy ha sido el mejor émulo de Juan Ramos con su Última. Y los últimos vuelos de Enrique el debutante, que poco a poco ha ido a mejor y en las mangas más complicadas ha hecho sus mejores vuelos, otra cosa han sido los aterrizajes, que todo-todo no se puede… que hacer los seis vuelos e irte a casa sin romper en tu primer concurso y además hacer todos los aterrizajes diana es demasiado para un debutante, cuando sea padre comerá huevos.

  

Termino el relato haciendo alusión a las palabras de Javier Iglesias en una crónica reciente: no sabemos lo que tenemos, en cuanto a buen ambiente, ganas de pasarlo bien y competitividad, por eso decía al principio lo del Carpe Diem: disfrutar de estos gratos momentos a los que todos contribuimos con nuestro granito de arena. Y a quienes no pudisteis venir que os hemos echado de menos, que no puesto falta, y que esperamos vernos en la próxima. Saludos y buenos vuelos.

Categorías: Liga F5J Open K4-K6
  1. Luis Manuel González
    5 marzo, 2019 a las 11:37 am

    D. Francisco, enhorabuena por ese relato, se contagia la alegría y el disfrute de una mañana estupenda, mediana en lo de los vuelos pero superlativa en cuanto al disfrute personal.

    Mis felicitaciones a todos los participantes en especial a los primeros clasificados.

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