Crónica del Concurso F5J Fórmula Open K4/K6 organizado por el Club Ala D3 en Villamanta 15.05.2016. Por Francisco Hernández.
Hoy más que nunca he terminado el concurso con la sensación de que el que no se divierte en un concurso de F5J es porque se lo propone y no quiere. Porque ¡vaya clasificación apretada! Y vaya mangas cambiantes y vaya ascendencias salvajes y vaya descendencias bruscas. Y, para colmo de desconcierto de aquellos que tienen ya elaboradas sesudas teorías sobre la competición y sobre el escalafón de veleros de competición, quien ha ganado hoy ha sido ¡un velero de palitos!, bueno, más bien su piloto, compañero de fatigas de mi club Ala D3 de Villamanta, don Carlos Pereira y Pedreira, a quien desde aquí felicitamos: ni Supras, ni Xplorer, ni Pike Perfection, ni flamantes obras de arte home-made en fibra, kevlar y carbono han podido con él.
Tan divertido es concursar que ni siquiera teniendo un esguince grado 2 y obligado a desplazarse con muleta hay quien se lo ha querido perder, caso de David Miguel, que iba dando muletazos pero no de los taurinos sino a lo largo y ancho del campo de vuelo, siempre asistido por quien tocara cronometrarle que le llevaba el velero que ya con la emisora y la muleta tenía el pobre bastante jaleo. Y como en aquellos partidos de fútbol en los que ya se habían hecho los cambios reglamentarios y se lesionaba uno que se ponía de delantero centro a la antigua usanza y a veces metía el llamado “gol del cojo”, pues así ha sido hoy con David Miguel y su segundo puesto en la clasificación de la prueba.
Divertida ha sido la reaparición de Alberto Abad – Chero, quien ha sido capaz de montar y dirigir un concurso con la sola ayuda de una vuvucela de los chinos para avisar de los inicios de los tiempos de trabajo y finales de vuelo, eso sí, contando con el extraordinario Gliderlink de Sergio Martínez Lara, artilugio que era el único capaz de llevar al día el caos de puntuaciones y variaciones en los puestos de la clasificación que ha sido este concurso (por ejemplo Javier Iglesias baja a los infiernos en la cuarta manga y en la quinta se lleva el 1.000). También hay que destacar la colaboración logística del presi, Manolo San José, que apareció con los bocatas de formato A3 y las latas de refresco, que al final de la mañana se agradecieron un montón, porque el día que empezó frio y con llovizna terminó con calor y sol picante.
Otro hecho memorable hoy acaecido en Villamanta ha sido la puesta de largo de cuatro – veleros – cuatro de los Supra Home-Made del Proyecto encabezado por los Ingenieros Hernández Rodero y Ramos Real, que en las manos de Jesús Dávila y Enrique Cobo han hecho auténticas maravillas, a la altura de los ya veteranos en estas lides de la autoconstrucción para la competición como son Javier y Juan. Mi más sincera admiración y enhorabuena, nos habéis adelantado a otros que llevamos tiempo persiguiendo ese objetivo, que lo disfrutéis y deis mucha guerra. De hecho Juan Ramos ha vuelto hoy a pisar podio.
Ha sido, como decía, una jornada de vuelos de lo más cambiante incluso para quienes Villamanta es nuestra casa, lo que uno entiende por “zonas habituales” para volar a gusto hoy no existían. Tan frustrante era que llegabas a la convicción de que algo le pasaba al velero –lo comentaba con Marco Antonio-, de que se habría movido la batería, que se había desplazado el centro de gravedad, porque no es normal bajar tanto ni tan rápido, te parecía que ni siquiera cuando le iba mal a los demás les iba tan mal como a mí. Pero dos mangas más tarde enganchabas la térmica y los temores y dudas desaparecían… hasta la siguiente manga. Y como en esta modalidad no hay descartes, las cagadas quedan para la posteridad y –digamos- impregnan la clasificación con sus efluvios, de manera que gana quien menos errores comete, al menos hoy ha sido así, y el cielo de Villamanta estaba hoy más sembrado de minas descendentes que nunca, de modo que algunos hemos tenido ocasiones de irnos a volar donde no era y las hemos aprovechado, quizás demasiado ‘bien’.
Y también ha habido vuelos memorables, de esos de quedarte con la boca abierta viendo pelear –quiero recordar- en la tercera manga a Pedro San José, Juan Ramos y Javier Hernández, los últimos en vuelo, en ese escalón previo al último giro para encarar el punto de aterrizaje, los tres batallando sin descanso por no perder altura y no caer, y ver como giro a giro van ganando poco a poco altura y van estirando los minutos hasta que una racha de viento barre las ascendencias y ya no queda otra que irse a aterrizar, muy bonito, un vuelo de los que hacen afición.
Enganchadas soberbias de térmicas, como la de Alejandro Rodríguez con su Pulsar o la de Antonio Tirado y su Supra, y el retorno de Sergio Martínez Lara y Paco Garay a la competición, que los teníamos un poco perdidos pero que han tenido el valor de haber concursado hoy, un día que no era precisamente para vuelos relajados. Hemos echado de menos a los chicos que se han ido a volar al Intertur de Lisboa y a los puenteros de San Isidro, que han cambiado Madrid por la playa o los tranquilos y limpios aires del pueblo. Nos veremos en la próxima.
D. Francisco, es un privilegio contar con un cronista de tu altura. El concurso estuvo muy divertido y la crónica fantástica.
Un honor formar parte de un grupo de deportistas multidisciplinares como el que tenemos.
Muchas gracias y enhorabuena a todos
Gracias D. Juan, el privilegio es nuestro por la crónica gráfica tan espléndida que nos has regalado, ¡Y a una sola mano!